Y bien, acabamos de darle paso a un nuevo año, uno más de tantos, para muchas personas nada en especial, para muchos simplemente eso, el paso del tiempo, el curso de la vida, un nuevo "capitulo", una noche donde hay fiesta, se celebra junto a tus amigos, familiares, todos vistiendo de gala.
Para mi? Fue un día realmente especial, gracias a que lo pasé al lado de la persona más maravillosa que he conocido y a la que más quiero.
Quería comenzar un nuevo año a su lado, quería que estuviéramos juntos en ese día, quería que fuera su rostro, lo primero que vieran mis ojos nada más acabaran las campanadas, que fuera mi primer "Feliz año". Fue un beso lo que siguió todo aquello, un beso precioso a pesar de yo tener la boca llena de uvas, porque siquiera podía tragar de lo llena que la tenia, un beso algo poco común y quizás para algunas personas desagradable, pero fue nuestro primer beso nada más comenzar el año, un beso que tomé como símbolo de: tú eres mi deseo de este año.
Hasta llegar a ese momento, el día transcurrió de un modo perfecto, no podía pedir más, tenia todo lo que quería a mi lado. Llevaba unas pintas poco habituales para una chica de mi edad que normalmente sobre esas horas se estaría preparando para salir de fiesta después. Vestía en chándal, sin ninguna gota de maquillaje, con un peinado de recién levantada pero lo mejor fue que, nada de eso me importaba, era el primer año que no me arreglaba y extrañamente me encantó, lo tenia a el al lado y nada tenía importancia. Nos teníamos el uno al otro, en un lugar donde nadie nos podía molestar, donde no existía nada más, donde reinaba el silencio.
En aquel día sonreí, lloré, reí a carcajadas como si de una niña pequeña se tratara, grité, corrí, jugué, le grité al viento que le quería...
Desde hacia mucho tiempo que quería ir allí, conocer aquel lugar, ver si era como me lo imaginaba, conocer a sus perros, a uno en especial que sé lo importante que es para él. Costó de conseguirlo, costó hasta en el último minuto de comenzar mi rumbo hacia allí.
Desde que nos hemos conocido, siempre han habido obstáculos, han habido miles de cosas por las cuales hemos tenido de pasar para llegar a este punto, muchas lagrimas vertidas, mucho por lo que luchar, mucho que aguantar, que afrontar, que arriesgar, que perder, pero todo aquello valió la pena, no fue nada fácil empezar esta relación, nunca algo me ha costado tanto de conseguir, nunca había luchado tanto por alguien, que día a día a pesar de la cantidad de discusiones por las que hemos pasado, seguimos pasando y pasaremos, los dos seguimos queriéndonos de la misma manera o incluso más. Que a pesar de la distancia ( que antes la tomaba como un obstáculo, como un pretexto por miedo, por miedo a arriesgar, por miedo a no poder sobrellevar una relación en semejantes condiciones, ahora ni por asomo la considero como un obstáculo, si no como una vía de lucha, porque si de verdad quieres una cosa, si de verdad deseas que algo salga en adelante, hay que apostar por ello, y cuanto más difícil sea conseguir una cosa, más habrá valido la pena, no? Al menos eso se dice ) de las inmensas ganas de tengo de verle todos los días, de lo mucho que le echo de menos, no va a impedir que esta relación se acabe, no será la distancia quien rompa esto.
El coger aquel tren ese 27 de junio ha sido la mejor decisión y el mayor riesgo que he tomado hasta el momento porque todo lo que estamos construido, los miles de momentos y recuerdos que estamos creando, es lo más bonito que guardo.
Diría miles de cosas más pero él ya las sabe, sabe todo y cada una de las cosas que en mi guardo.
Ahora te tengo a ti, ya no estoy sola, tengo a alguien en quien apoyarme siempre que lo necesite, alguien que va a estar a mi lado cada vez que caiga, alguien que tiene el don de hacerme sonreír con tal solo una palabra.
Mi propósito para este 2015? Acabar el año tal y como lo he empezado, a tú lado.
Decidí emprender este viaje, llamado vida, a tu lado.
Te amo Sergio Jiménez Gutiérrez.
